Se puede identificar la frescura del pescado simple vista, cuando está en el mostrador de la pescadería. Requisitos imprescindibles:
-- Piel brillante y sin tonos mate
-- Ojos saltones, brillantes y sin presentar golpes.
-- Escamas muy adheridas a la piel.
-- cuerpo rígido. Hay que evitar comprar los que tienen las carnes blancas.
Debemos descongelar preferentemente el pescado en la nevera a 4 o 5°, mejor que a temperatura ambiente.
Otra opción es descongelar el pescado sumergido en leche, consiguiendo mejor color, más suavidad y mejor sabor.
Para saber cuando una sardina es fresca, debemos comprar la sardina con la carne dura y tersa. En cambio cuando una sardina tiene la carne blanda y gran flexibilidad, es señal de que han pasado varios días desde su captura.
Para conservar las sardinas sin que huela ni se estropee, hay que cubrirlas con un paño o papel de cocina húmedo y colocarlas en la parte más alta de la nevera.
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